Después de ocho años desde su detención en Italia, Tomás Yarrington Ruvalcaba, ex Gobernador de Tamaulipas vinculado al Cártel del Golfo (CDG) y Los Zetas, fue deportado a México esta tarde por las autoridades de Estados Unidos. Su entrega se realizó en la Garita Internacional de Tijuana-San Ysidro, desde donde ya se encuentra en traslado a un penal de máxima seguridad en el centro del país, específicamente al penal del Altiplano.
Al ex mandatario estatal le esperan en territorio mexicano tres órdenes de aprehensión pendientes. La primera de estas órdenes fue emitida el 8 de agosto de 2012, acusándolo de delitos contra la salud por sus presuntos vínculos con el Cártel del Golfo y el grupo criminal de Los Zetas.
La segunda orden de aprehensión fue librada en el año 2017, imputándole el delito de lavado de dinero por un monto que ascendería a 12.7 millones de pesos y 450 mil dólares.
La tercera y más reciente orden judicial en su contra fue ordenada el año pasado. En esta ocasión, se le acusa de los delitos de delincuencia organizada, con la finalidad de cometer delitos contra la salud y lavado de dinero, específicamente en la modalidad de adquirir diversos bienes inmuebles utilizando a terceras personas. Informes judiciales detallan que dentro de las propiedades adquiridas con presuntos sobornos del Cártel del Golfo se encuentran un yate, tres ranchos y la isla Frontón, ubicada en el estado de Veracruz, entre otros bienes.
Tomás Yarrington fue detenido el 9 de abril de 2017 en la ciudad de Florencia, Italia. Posteriormente, fue extraditado a Estados Unidos el 20 de abril de 2019, donde enfrentó cargos por lavado de dinero y fue sentenciado a nueve años de prisión.
Aunque había compurgado su condena en Estados Unidos desde el pasado mes de noviembre, gracias a su buen comportamiento durante su reclusión, su entrega a las autoridades mexicanas se concretó casi cinco meses después.
Fuentes cercanas al caso señalan que el ex gobernador tamaulipeco contó durante un periodo con una suspensión judicial que impedía su aprehensión en caso de regresar a México. Sin embargo, esta medida cautelar llegó a su fin, momento en el cual las autoridades estadounidenses procedieron con su deportación para que enfrente los cargos pendientes en su país. Su llegada al penal del Altiplano marca el inicio de un nuevo proceso judicial en México, donde deberá responder por las acusaciones que pesan en su contra.
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