La madrugada de este lunes, Guillermo Rodríguez Gaxiola, una figura en la lucha contra las adicciones en Sinaloa, fue levantado por Sicarios en su casa.
Rodríguez Gaxiola era propietario de la clínica de rehabilitación Shaddai en donde Sicarios realizaron la masacre que dejó nueve muertos y cinco heridos, Gaxiola representaba legalmente al grupo Un Movimiento para Sinaloa sin Adicciones. Además, presidía el consejo directivo de la Unión de Redes Contra las Adicciones de Sinaloa.
El levantón ocurrió en el domicilio de Rodríguez Gaxiola, ubicado en el fraccionamiento Portalegre, en el sector La Conquista, al norte de Culiacán. Según los informes, individuos irrumpieron violentamente en la propiedad alrededor de las 2:00 de la madrugada, derribando los portones y efectuando disparos contra la vivienda. El hecho se produjo frente a la esposa e hijos de Rodríguez Gaxiola. Tras someterlo, los agresores se llevaron al activista en uno de sus vehículos, robandose también otro automóvil que se encontraba en el lugar.
Esta misma madrugada, se registró el ataque armado en la clínica Shaddai, propiedad de Rodríguez Gaxiola, localizada en la colonia Colinas de San Miguel. En este violento incidente, nueve personas perdieron la vida, incluyendo internos y personal de servicio, y al menos cinco personas resultaron heridas. Las autoridades informaron que los atacantes no se llevaron a ninguna persona de la clínica.
Hasta el momento, se desconoce si la privación de la libertad de Guillermo Rodríguez Gaxiola ocurrió antes o después del ataque en la clínica Shaddai. Tampoco se han establecido los motivos detrás de estos actos de violencia ni se ha informado sobre el paradero del activista. La comunidad y las autoridades se encuentran en alerta ante estos graves acontecimientos que golpean al sector de la rehabilitación de adicciones en Sinaloa.
Cabe destacar que apenas unos días antes, el 3 de abril, Guillermo Rodríguez Gaxiola había formalizado un convenio de colaboración con la Comisión Estatal de Derechos Humanos, con el objetivo de unir esfuerzos en la lucha contra las adicciones en el estado. Este hecho subraya aún más la preocupante situación y el riesgo que enfrentan quienes trabajan en este ámbito en la región.
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