Un violento ataque armado perpetrado contra la caseta de la Policía Municipal ubicada en la colonia Los Huizaches de Culiacán, Sinaloa, dejó un saldo trágico de un elemento de policía y otro más herido. El incidente también ocasionó daños materiales de consideración en viviendas, vehículos y establecimientos comerciales de la zona.
El agente que perdió la vida en este ataque contra el centro de mando de la Secretaría de Seguridad Pública y Tránsito Municipal de Culiacán, en la colonia Los Huizaches, fue identificado como José Adolfo, un joven de aproximadamente 25 años de edad que recientemente se había incorporado a las filas de la corporación. Durante el mismo atentado, otro agente de la corporación, de nombre Cristian, resultó herido, aunque no se ha proporcionado información oficial sobre su estado de salud actual.
Según los informes proporcionados por las autoridades, los hechos se desencadenaron alrededor de las 6:40 de la mañana de este martes 15 de abril. El ataque se produjo en la caseta de la Policía Municipal de Culiacán que se encuentra situada en las canchas deportivas de la colonia Los Huizaches, específicamente en la intersección de la calle Mina Plomosa con las calles Liberalismo y Miguel de la Madrid Hurtado, en la zona sur de la ciudad.
La información recabada tanto de los vecinos del sector como de las autoridades indica que José Adolfo se encontraba en el asiento del conductor de un automóvil Honda Civic de color gris, un modelo antiguo y sin placas de circulación, cuando fue sorprendido y atacado a balazos por un grupo armado. Los agresores, según testigos presenciales, llegaron en al menos tres vehículos de modelo reciente y se estacionaron en la esquina de la calle Mina Plomosa y Liberalismo para iniciar el ataque con armas de grueso calibre.
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Durante la intensa balacera, los agresores también dirigieron sus disparos contra la fachada de la caseta policial en repetidas ocasiones. Se presume que esta acción tenía como objetivo impedir que los compañeros del oficial atacado pudieran repeler la agresión. La magnitud del ataque se evidencia en los cientos de proyectiles que impactaron las fachadas de las viviendas circundantes y al menos cuatro vehículos que se encontraban estacionados en la vía pública. A pesar de la violencia del ataque, afortunadamente ningún residente de la zona resultó herido, aunque en una de las viviendas dos proyectiles atravesaron las ventanas y llegaron hasta el interior de una recámara.
Sobre el pavimento, en un radio aproximado de 20 metros, quedaron esparcidos cientos de casquillos percutidos de armas largas de diversos calibres. Entre los restos, se pudieron observar varios fragmentos de los eslabones utilizados en las cintas enlabonadas de ametralladoras tipo Scar, lo que revela el tipo de armamento utilizado por los agresores durante la emboscada contra los policías municipales en el sur de Culiacán.
Tras perpetrar el ataque contra los oficiales de policía, los agresores emprendieron la huida a bordo de los vehículos en dirección sur de la ciudad. De manera extraoficial, se informó que uno de los vehículos utilizados por los sicarios fue encontrado abandonado en las inmediaciones de la avenida Álvaro Obregón y el libramiento Benito Juárez, conocido como La Costerita.