La Fiscalía General del Estado (FGE) de Michoacán ha imputado a Julio César N., estudiante de la Normal de Tiripetío, y a Álvaro N., propietario de un bar cercano a la institución, como presuntos coautores materiales del homicidio calificado del joven Carlos Eduardo. La víctima, desaparecida el pasado 13 de abril, fue encontrada sin vida cinco días después.
Según la investigación ministerial, la mañana del 13 de abril, Julio César acudió a buscar a Carlos Eduardo a la Normal de Tiripetío. Ambos se dirigieron posteriormente a un bar ubicado en la calle Aquiles Serdán, donde los esperaban Álvaro N. y otro individuo apodado "El Burro" o "El Arpa".
La FGE detalló que, tras una discusión, los presuntos implicados ataron a Carlos Eduardo de pies y manos. Posteriormente, lo subieron a un vehículo y, durante el trayecto, le dispararon en el rostro, causándole la muerte.
El cuerpo sin vida de Carlos Eduardo fue abandonado en un predio del municipio de Lagunillas. Días después, sus padres lograron identificarlo gracias a tatuajes distintivos y a la vestimenta que portaba, a pesar del avanzado estado de descomposición en el que se encontraba el cadáver.
Para sustentar la imputación, la Fiscalía presentó una serie de pruebas contundentes, incluyendo grabaciones de cámaras de seguridad que captaron movimientos clave, peritajes telefónicos que revelaron comunicaciones entre los implicados, y análisis exhaustivos de un vehículo y del interior del bar donde ocurrieron los hechos iniciales.
Asimismo, resultaron cruciales los testimonios de compañeros de Carlos Eduardo, de sus familiares y de un vecino del bar de Álvaro N. Estos testimonios apuntan directamente a la presunta participación de los ahora imputados en el crimen. Las investigaciones periciales también confirmaron la presencia de rastros de sangre en el coche y en el establecimiento, así como el hallazgo de un zapato que pertenecía a la víctima.
Entre los testimonios destacados se encuentra el de un compañero de los estudiantes, quien relató que acudió a la normal para comprarle marihuana a Carlos Eduardo. En ese momento, se percató de que Carlos Eduardo se retiraba del lugar en compañía de Julio César N. Posteriormente, Julio César regresó solo a la normal y, al ser cuestionado sobre el paradero de su compañero, no pudo ofrecer una explicación coherente.
De igual forma, un vecino del bar propiedad de Álvaro N. manifestó haber notado un inusual ajetreo el día en que, según las investigaciones, los tres sospechosos presuntamente atacaron a Carlos Eduardo en el interior del bar. El testigo afirmó haber observado cómo ataban y sacaban a la víctima del establecimiento. Posteriormente, Álvaro N. desapareció del lugar por varios días.
Durante la audiencia inicial, Álvaro N., asistido por un defensor de oficio, solicitó la duplicidad del término constitucional para que se resuelva su situación jurídica. La audiencia de vinculación a proceso se reanudará el próximo 29 de abril, fecha en la que se determinará si existen elementos suficientes para iniciar un proceso penal formal en contra de los imputados.
Las autoridades continúan con las investigaciones para esclarecer completamente los hechos y deslindar posibles responsabilidades adicionales en el homicidio de Carlos Eduardo.
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