La difusión de un video atribuido a supuestos integrantes del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) ha generado una oleada de dudas sobre su autenticidad, tanto por su contenido como por su forma.
En la grabación, un encapuchado armado, rodeado por más de 30 personas vestidas de negro y con armas largas, niega que el Rancho Izaguirre, ubicado en Teuchitlán, Jalisco, haya funcionado como campo de exterminio, centro de reclutamiento forzado o crematorio clandestino, descalificando los hallazgos reportados por colectivos de búsqueda y medios de comunicación.
Pero según periodistas especializados en crimen organizado, hay elementos que contradicen los patrones conocidos de comunicación del CJNG y que apuntan a una posible fabricación o manipulación del mensaje, en un contexto donde las autoridades se alistan a presentar una versión oficial sobre lo ocurrido en el predio.
El periodista Óscar Balderas, dijo en entrevista que el video se aparta radicalmente del estilo habitual del CJNG.
“Desde su fundación en 2009, el CJNG ha cuidado una especie de comunicación institucional que refuerce su imagen de grupo sanguinario, temible y voraz. Este video rompe con esa narrativa: se presentan como un grupo que ‘sirve al pueblo’ y que se opone a ‘la manipulación de la realidad’”, explicó.
Balderas también advirtió sobre el tono del vocero: “El discurso tiene una entonación marcadamente militar, con una formulación propia de alguien con entrenamiento castrense. No suena como un integrante típico del cártel, sino como un posible desertor militar o incluso un miembro activo de las fuerzas armadas”.
Los periodistas José Luis Montenegro y Luis Chaparro también coincidieron en que la puesta en escena del video se aleja del patrón habitual del CJNG.
“No es común que el cártel muestre este tipo de formación militarizada ni que utilice este tipo de edición. Se observa un audio nítido, sin ruido ambiental, ni viento, lo cual levanta sospechas sobre una posible producción controlada”, dijo Montenegro.
Por su parte, Luis Chaparro, agregó: “Hay armas visibles que parecen hechizas o de uso militar no común, incluso se muestran lanzacohetes de apariencia improvisada. Además, no se observa ningún elemento simbólico habitual del CJNG, como mantas con siglas, chalecos con parches o expresiones típicas como ‘somos gente del Mencho’ o ‘somos Cártel Jalisco’”.
Uno de los aspectos más llamativos para los periodistas es que el contenido del video coincide casi palabra por palabra con declaraciones recientes de las autoridades sobre el Rancho Izaguirre.
El encapuchado asegura que el predio fue asegurado por fuerzas federales desde septiembre de 2024 y que no se encontraron indicios de un campo de exterminio. Esa misma narrativa ha sido sostenida por funcionarios como el presidente de la Mesa Directiva del Senado, Gerardo Fernández Noroña, y se anticipa que será reforzada en un informe que presentará esta semana el fiscal general Alejandro Gertz Manero este miércoles.
“Parece que el CJNG y el Gobierno están en la misma página. El video descalifica directamente a las madres buscadoras y actúa como un aval a la versión institucional que pretende establecer el Gobierno. Es raro que un grupo criminal respalde la narrativa oficial”, sostuvo Balderas.
Montenegro también señaló esta coincidencia: “El video parece más un regaño institucional que un mensaje criminal. El CJNG aparece defendiendo al Gobierno, como si hubiera recibido línea política”.
Chaparro por su parte destaca que de igual forma, el sicario se refiere al Gobierno como “el Gobierno Federal”, cuando en otros videos simplemente les llaman “autoridades”.
En el video, el supuesto vocero del CJNG cuestiona directamente la legitimidad de las acciones del colectivo Guerreros por los Desaparecidos de Jalisco, y acusa a las madres buscadoras de haber entrado al predio sin autorización y de sembrar pruebas falsas para generar terror en redes sociales.
“¿Con qué autoridad intervinieron? ¿Quién las respalda?”, dice el vocero encapuchado, en un tono confrontativo que también ha sido replicado por algunas figuras políticas.
Chaparro apuntó que esta actitud es poco común entre grupos del crimen organizado: “Los narcotraficantes no suelen molestarse tanto con los buscadores. De hecho, en algunos casos incluso les han dado paso. Pero solo un actor se ha mostrado sistemáticamente incómodo con el trabajo de las madres buscadoras: el Gobierno”.
Aunque los periodistas se abstienen de afirmar categóricamente que el video sea un montaje, todos coinciden en que el mensaje contiene múltiples inconsistencias que lo alejan de una comunicación genuina del CJNG. “Sea quien sea el autor, hay una clara intención de modificar la narrativa pública y debilitar la legitimidad del movimiento de búsqueda”, concluyó Chaparro.
Balderas también advirtió sobre el riesgo de que este tipo de materiales se utilicen como parte de una estrategia de propaganda política. “Si se confirma que la Fiscalía replicará esta versión, entonces el video funcionó como un preludio discursivo de la ‘verdad histórica oficial’”, dijo.
Este miércoles, el fiscal general Alejandro Gertz Manero presentará un informe preliminar sobre el caso del Rancho Izaguirre.Colectivos de búsqueda han anticipado que responderán públicamente si sus hallazgos son desestimados o minimizados.
El caso de Teuchitlán se encamina así a convertirse en un nuevo punto de tensión entre familiares de personas desaparecidas, autoridades federales y narrativas cruzadas entre crimen organizado y poder político, mientras la sociedad civil sigue exigiendo verdad y justicia.