Un operativo de la Fiscalía General de la República (FGR) en el municipio de Tulancingo, Hidalgo, terminó en un enfrentamiento con pobladores, resultando en la retención de seis agentes y la quema de tres vehículos. La intervención, destinada a cumplir órdenes de aprehensión contra Huachicoleros, fue calificada por el gobernador Julio Menchaca Salazar como una "imprudencia" debido a la falta de protocolos adecuados.
El incidente tuvo lugar en la comunidad de Santa Ana Hueytlalpan, donde agentes de la FGR llegaron a un domicilio para ejecutar una orden de aprehensión contra los una mujer dedicada al Huachicoleo. La situación escaló rápidamente cuando los vecinos de la zona defendieron a los mugrosos, retuvieron a los agentes y dañaron los vehículos oficiales.
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La policía municipal de Tulancingo acudió al lugar, pero se vio superada por la multitud. Los pobladores llegaron a despojar a los agentes de una patrulla, la cual fue incendiada en la vía pública.
El gobernador Julio Menchaca Salazar criticó la actuación de la FGR, señalando la ausencia de protocolos y directrices en el operativo. "Fue una imprudencia", declaró el mandatario, subrayando el riesgo de linchamiento al que se expuso el personal de la fiscalía.
Hasta el momento, las autoridades no han emitido un comunicado oficial detallando los motivos del enfrentamiento ni el estado de los detenidos.
Este incidente pone de manifiesto la tensión existente en la región en torno a la lucha contra el huachicol y la percepción de los operativos por parte de las comunidades locales. La falta de comunicación y coordinación entre las autoridades federales y locales parece haber sido un factor determinante en el escalamiento de la violencia.
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