Blog del Narco

Las últimas fotos que subió Merari ayudaron a localizar sus pertenencias en campo de exterminio del CJNG, 24 mil pesos de paga le prometieron

En un giro desgarrador, la búsqueda de Merari Noemí García Mejía, una joven madre soltera de 19 años, ha tomado un nuevo rumbo tras el hallazgo de sus pertenencias en el rancho Izaguirre, un presunto campo de tortura y adiestramiento del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNGen TeuchitlánJalisco. Sin embargo, su familia se aferra a la esperanza de encontrarla con vida.

Merani García, una joven de apenas 19 años y la menor de dos hermanas, tenía un sueño: ayudar a su familia. Con entusiasmo, le compartió a su madre una prometedora oportunidad laboral: trabajar en el campo, cosechando fresas y duraznos en Jalisco. 

"Mamita, me iré al campo... ya me llamaron de la agencia y hasta van a mandarme un Uber aquí a la casa porque debo irme a Jalisco mañana", le dijo Merani a su madre.

Entre los objetos recuperados en el rancho se encontraban los tenis de Merari Noemí, su Biblia y una maleta, pertenencias que han sido reconocidas por su familia. A pesar de este hallazgo, la familia se niega a aceptar la posibilidad de su muerte. "No hay certeza de que ella haya muerto ahí. La fiscalía nos dijo que al incinerar los cuerpos, las osamentas fueron expuestas a muy altas temperaturas y va a ser difícil sacar el ADN", expresó Rubí, hermana de Merari Noemí.

Merari Noemí desapareció en la central de autobuses de Zapopan, Jalisco, tras ser atraída por una falsa oferta de trabajo. Se presume que fue reclutada forzadamente por el CJNG. La joven, que vivía en Zapopan, buscaba un empleo para mantener a su hijo de un año, tras separarse de su pareja.

La oferta de trabajo prometía un salario de 24 mil pesos mensuales, alojamiento, comida y lo raro era la capacitación en defensa personal. Merari Noemí compartió la oferta con su hermana Rubí, quien le advirtió del posible engaño. A pesar de las advertencias, Merari Noemí acudió a la cita el 20 de mayo de 2024, día en que fue vista por última vez.

Ese mismo día, Merari Noemí publicó en su cuenta de Facebook fotografías de su vestimenta, maletas y tenis, siendo esta la última publicación en su muro.
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Tras 10 meses de búsqueda, la única pista fue el rastreo del teléfono de Merari Noemí, que ubicó su última llamada en la central de autobuses de Zapopan. El hallazgo de sus pertenencias en el rancho Izaguirre ha reavivado la esperanza de su familia, quienes piden a las autoridades que continúen la investigación.

"Mientras no tengamos una respuesta del gobierno no podemos dar por muerta a mi hermana, tenemos la esperanza de que aún pueda aparecer con vida", agregó Rubí. La familia de Merari Noemí hace un llamado a quienes se la llevaron para que se pongan en el lugar de las miles de familias que tienen un ser querido desaparecido. "Ellos también tienen familia y no les gustaría que a uno de sus integrantes les pasara algo similar", concluyó Rubí.
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