Una línea de investigación clave en la desaparición, tortura y asesinato de nueve jóvenes originarios de Tlaxcala, cuyos cuerpos fueron hallados en una carretera entre Oaxaca y Puebla, apunta a la posible participación de un empresario y aspirante a político local, policías municipales y el crimen organizado. El móvil del crimen podría ser una venganza por el robo de 500 mil pesos.
El pasado 1 de marzo, en San José Mihuatlán, Puebla, cerca de la frontera con Oaxaca, se encontró un vehículo con los restos desmembrados de nueve jóvenes. Se identificó que al menos seis de las víctimas formaban parte de un grupo de jóvenes de Tlaxcala que habían viajado a Oaxaca para trabajar.
Según reportes de medios nacionales que citan fuentes cercanas a la investigación, el crimen estaría relacionado con el robo de 500 mil pesos. Al parecer, los jóvenes fueron reclutados por José Alfredo Lavariega Canseco, alias "La Jocha", un empresario y aspirante a político cuyo cuerpo fue encontrado el mismo día que el de los jóvenes, con las manos cercenadas.
Lavariega Canseco, propietario de un hotel y quien en 2021 buscó ser candidato a la presidencia municipal de Santa María Huatulco, habría contratado a los jóvenes en febrero para robar a usuarios de bancos y turistas. Los hospedó en uno de sus hoteles en el destino turístico.
Sin embargo, los jóvenes robaron a la persona equivocada, apoderándose de 500 mil pesos, lo que desencadenó una persecución por parte de policías y sicarios.
Una sobreviviente del grupo de Tlaxcala declaró que policías municipales sacaron a los jóvenes del hotel y los entregaron al crimen organizado. La Fiscalía del estado de Oaxaca informó que investiga la posible participación de policías de Santa María Huatulco y San Pedro Pochutla en el crimen.