Desde aquel fatídico 18 de noviembre de 2022, la vida de Azucena dio un giro inesperado. Su esposo, Alexis Guadalupe Jiménez, un taxista de 30 años, fue arrebatado de su lado en Tecomán, Colima, en un acto violento que presenció junto a su hijo. Desde entonces, la búsqueda incansable de Azucena se convirtió en su razón de ser.
Durante meses, Azucena recorrió caminos, siguió pistas y mantuvo viva la esperanza de encontrar a Alexis. Su búsqueda la llevó hasta Teuchitlán, Jalisco, donde el colectivo Guerreros Buscadores de Jalisco realizó un hallazgo estremecedor en los crematorios clandestinos del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) en el rancho Izaguirre.
En un video en vivo compartido por el colectivo, Azucena reconoció prendas que le resultaron familiares. Un pantalón y unas botas que parecían pertenecer a su esposo. El rancho Izaguirre reveló un escenario dantesco: 400 zapatos, ropa, relojes, prótesis metálicas, maletas y lo que aparentaba ser un campo de entrenamiento de un grupo criminal.
"Íbamos a la tienda, cuando de repente una camioneta se detuvo, dos hombres armados bajaron, lo amenazaron y lo subieron a la fuerza. Desde ese momento no supe nada más de él", relató Azucena a los medios.
La identificación de las prendas fue un golpe directo al corazón de Azucena, la confirmación de sus peores temores, pero también una respuesta a su búsqueda. "Al ver las prendas, recordé los detalles de la ropa que él usaba, las marcas, los colores. La camiseta de Cuidado con el Perro que le compré en Coppel… todo. No tenía duda de que todo eso era suyo", expresó.
A pesar de la identificación de las prendas, los colectivos de búsqueda han instado a las familias a seguir el proceso legal ante las autoridades para continuar con las investigaciones.
La historia de Azucena es un reflejo del dolor que enfrentan miles de familias en México, pero también es un testimonio de la fuerza y la perseverancia en la búsqueda de la verdad.
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