Colectivos feministas de Jalisco han levantado la voz para exigir justicia por el feminicidio de Astrid Cruz y el homicidio de su hijo Ángel Fernando Armenta, ocurridos la madrugada del lunes en un domicilio de Zapopan. Señalan a Eduardo Granados Palma como el responsable, quien además tendría antecedentes por otro feminicidio cometido en 2004 en Culiacán, Sinaloa.
El gobernador de Jalisco, Pablo Lemus, informó que la investigación sigue en curso y que se está colaborando con otras fiscalías para dar con el paradero del presunto agresor. Asimismo, desmintió las versiones que circulaban en redes sociales sobre qué Granados Palma fuera asesor en materia de seguridad del estado.
"Absolutamente no, es una persona que estamos buscando, un delincuente, lo tenemos que capturar. Este multihomicidio que cometió es algo verdaderamente indignante y bueno pues ya estamos muy cerca de dar con él. Está fuera de Jalisco, los registros que nos marcan está fuera de Jalisco y estamos colaborando con otras fiscalías para su localización", detalló Lemus Navarro.
El crimen ocurrió en un domicilio del Fraccionamiento Capital Norte, Coto Alicante, donde Astrid Cruz, de 38 años, y su hijo Ángel Fernando Armenta, de 16, fueron asesinados a martillazos. La hija de Astrid, Isabella Armenta, de 9 años, sobrevivió al ataque, pero se encuentra en estado grave en el Antiguo Hospital Civil de Guadalajara.
Amigos y colectivos feministas han expresado su indignación en redes sociales y han hecho un llamado a la justicia. "¡Hoy me toca a mi! Pedir apoyo para viralizar el caso de esta familia, muy allegados, este hombre hizo pedazos a mi amiga y el mejor amigo de mi hijo y a su pequeña que está muy grave. De una manera que no tiene perdón de Dios. LO ÚNICO QUE PIDO ES JUSTICIA este hombre, es Eduardo Granados Palma, ya tenía antecedentes y ella no lo sabía. Es muy peligroso y con contactos que lo pueden seguir ayudando. Tenemos que encontrarlo y que pague por lo que hizo. Ayúdame a compartir por favor", escribió una amiga de la víctima.
En redes sociales, colectivos feministas han difundido la imagen de Eduardo Granados Palma, señalándolo como el responsable. Según información publicada, las víctimas fueron encontradas maniatadas, lo que sugiere una intención de causarles daño. Se presume que el agresor intentó deshacerse de los cuerpos, pero huyó del domicilio y se hizo pasar por Astrid respondiendo a sus mensajes de celular. Se sospecha que podría encontrarse en la Ciudad de México, ya que es originario de allí.
El caso ha cobrado relevancia en el estado de Jalisco y Sinaloa, ya que Eduardo Salvador Granados Palma cuenta con antecedentes de haber asesinado a otra joven mujer identificada como Martha Berenice, crimen que ocurrió el 12 de marzo del año 2004.
Entre 2009 y 2004, durante el sexenio de Juan Millán Lizárraga, Eduardo Granados Palma llegó a Sinaloa de la mano del desaparecido Luis Pérez Hernández, ex Director de Gobierno, ya que dirigía una empresa especializada en capacitación policial denominada Grapesa Internacional.
Esta empresa encabezada por el buscado feminicida, ingresó al Gobierno de Sinaloa para dar capacitación especializada a policías de todo el estado en las instalaciones del entonces llamado Instituto Estatal de Ciencias Penales y Seguridad Pública (Inecipe).
Tan sólo en el año 2002, Granados, a través de su empresa, recibió del Gobierno de Sinaloa 11 millones de pesos por la capacitación de 1,500 policías del estado.
Durante su estancia en Culiacán, Granados conoció a la joven Martha Berenice Melchor Meza, quien era maestra de inglés de un colegio privado, y con quien sostuvo una relación de noviazgo, e incluso se comprometió en matrimonio a pesar de estar casado en la Ciudad de México.
Granados Palma fue acusado de haber asesinado a martillazos a su novia Martha Berenice el 12 de marzo de 2004 en el interior de un domicilio de la colonia Las Quintas, desde donde trasladó el cuerpo y sus pertenencias hasta las riberas del Río Tamazula, a la altura de la colonia Fovissste Chapultepec, donde abandonó el cuerpo.
Para evitar sospechas, Granados se reunió con la familia de la joven, mostrándose preocupado por la desaparición de su novia, acompañándolos a distintas dependencias en su búsqueda e incluso los acompañó ante las autoridades para denunciar la desaparición.
Durante 5 días, la búsqueda de la joven aumentó la presión hacia las autoridades, quienes presionaron a Granados Palma en interrogatorios, y finalmente cayó en contradicciones ante los investigadores y terminó por confesar el lugar donde había depositado el cadáver de Martha Berenice.
El dueño de la empresa Grapesa International confesó que el motivo del crimen fue debido a que Martha Berenice rompió el compromiso sentimental que habían sostenido meses antes.
Granados fue detenido el 17 de marzo de 2004 y consignado ante el Juez Segundo del Ramo Penal, quien le dictó auto de formal prisión el 23 de marzo e inició el proceso penal 30/2004 por el delito de homicidio calificado.
Durante 2 años del juicio, Granados aprovechó para manipular y ganarse la confianza de una joven secretaria del Juzgado Penal que atendía su juicio.
El 6 de marzo de 2006, en complicidad de un taxista y otro individuo, la empleada del Juzgado ayudó a Granados a escapar por la rejilla de prácticas del mismo recinto judicial, ya que los sujetos que actuaron en contubernio, rompieron con seguetas los barrotes de acero de la sala de audiencias.
El feminicida huyó del penal en un taxi y presuntamente abordó una avioneta en la zona de Aguaruto, desde donde voló a la ciudad de Guadalajara, Jalisco, donde días después fue recapturado por elementos del Grupo Antisecuestros de la Procuraduría General de Justicia del Estado al ser convencido de entregarse ya que tuvo contacto con funcionarios del Gobierno del Estado e incluso con periodistas de Culiacán.
Después de 11 años de juicio, Granados Palma fue declarado culpable del homicidio de su novia Martha Berenice Melchor Meza y fue condenado a 24 años, nueve meses y 18 días de prisión, así como a la reparación del daño moral y gastos funerarios por un monto de 33 mil 266 pesos.
Después de 16 años de estar recluido en la penitenciaría de Aguaruto, Eduardo Granados Palma salió en libertad en el año 2020.
Habiendo estado en prisión, Granados conoció a otra mujer que se llamaba Yaneth Mariscales Navarrete, con quien se casó y tuvo una hija. Extrañamente, en el año 2022 la joven mujer también murió en extrañas circunstancias y nunca se supo realmente si se trató de una muerte natural o fue asesinada.
Ya en libertad, Granados siguió moviéndose en el área de la seguridad, y se presentaba como el presidente nacional de la fundación Mexicanos Uniformados, cuyo objetivo es que policías en activo y retirados tengan espacios en el Poder Legislativo Federal para promover leyes en beneficio de los policías de México.
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