En un operativo reciente en Lagunillas, Michoacán, elementos de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) lograron la detención de un hombre identificado como Gilberto S., quien contaba con una orden de aprehensión vigente por el delito de robo. Lo que ha generado mayor revuelo en este caso es la presunta vinculación del detenido con el grupo del crimen organizado "Los Chilangos", donde se le señala como "madrina".
Los Chilangos es un grupo que se encuentra actualmente dentro de la Fiscalía de Michoacán, los cuales fabrican delitos para extorsionar a empresarios y civiles inocentes, incluso han dejado entrar al Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) por lo que se ha desatado una ola de ejecuciones en Morelia, Michoacán.
Cabe destacar que Los Chilangos aparecieron en Michoacán en el sexenio de Peña Nieto cuando este envió a un delegado de seguridad para combatir a las Autodefensas, llamado Alfredo Castillo quien había sido Fiscal del Estado de México, por lo que este se trajo a sus allegados de ese estado el cual desde siempre se ha encontrado en un clima de corrupción.
A los allegados a Castillo se le llamaron Los Chilangos, los cuales comenzaron a corromper todo el sistema de justicia del Estado, actualmente aún se encuentran operando, utilizando las mismas instalaciones de la Fiscalía a donde llaman a los empresarios y civiles para fabricarles delitos, amenazarlos y cobrarles grandes cantidades para no ser detenidos, ademas de los Chilangos, tambien hay uno que otro Michoacano operando con esta banda.
Según el informe oficial, la captura se llevó a cabo durante patrullajes de prevención y disuasión del delito realizados por agentes de la Guardia Civil. Al verificar la identidad de Gilberto S., confirmaron la existencia de un mandato judicial pendiente, procediendo a su detención y puesta a disposición de las autoridades competentes.
Sin embargo, la detención ha trascendido más allá de un simple arresto debido al presunto historial de corrupción y abuso de autoridad del individuo. Testimonios de habitantes de la región señalan que, durante la presencia de fuerzas federales en Michoacán, Gilberto S. operaba como "madrina", utilizando su influencia para extorsionar a ciudadanos bajo falsas acusaciones.
Se le acusa de haber participado en la fabricación de delitos en contra de cientos de michoacanos, con el fin de obtener beneficios económicos, en complicidad con funcionarios de la Comisión para la Seguridad y el Desarrollo Integral en el Estado de Michoacán, entidad creada como brazo del gobierno federal.
Fuentes locales también indican que el detenido proviene de una familia con larga trayectoria en corporaciones policiales, particularmente en la extinta Policía Federal de Caminos, lo que podría haberle permitido operar con impunidad durante varios años.
La detención de Gilberto S. ha generado gran expectativa en la región, y se espera que las investigaciones en curso arrojen luz sobre sus presuntas actividades ilícitas y su vinculación con el crimen organizado.