Marco Ebben, un criminal holandés que estaba en la lista de los más buscados por Europol y había fingido su muerte en 2024, fue ejecutado en el Estado de México. Su ejecución ha generado gran revuelo y muchas preguntas sobre su conexión con el crimen organizado.
Considerado uno de los criminales más buscados por Europol, Ebben operaba dentro del Cártel de Sinaloa como un “broker”, un enlace clave entre organizaciones criminales internacionales, facilitando el comercio de estupefacientes y armamento entre América, Europa y Asia.
Ebben, de 32 años, fue encontrado sin vida el jueves en un estacionamiento privado de Atizapán de Zaragoza, entre dos camionetas de lujo y con múltiples impactos de bala. Peritos de la Fiscalía General de la República (FGR) confirmaron su identidad, desmintiendo así la versión de que había muerto el año pasado en Culiacán.
Este narcotraficante europeo tenía una condena de siete años por tráfico de drogas y, para evadir a las autoridades, había simulado su muerte en Sinaloa, justo en medio de la feroz disputa entre facciones del Cártel de Sinaloa tras la captura de Ismael El Mayo Zambada en Estados Unidos.
Cuando se anunció su supuesta muerte, los medios reportaron que su novia había reconocido el cadáver, pero nunca hubo pruebas forenses. Ahora, con su asesinato confirmado, surgen dudas sobre qué hacía en México.
Algunas versiones indican que Ebben tenía conexiones con el bando de Zambada y que su ejecución podría estar relacionada con un ajuste de cuentas.
Las autoridades aún no han identificado a los responsables del asesinato de Ebben, pero la Fiscalía del Estado de México ha abierto una investigación.
Interpol y Europol ya fueron notificadas sobre su muerte, mientras que las autoridades holandesas buscan más detalles sobre lo que realmente sucedió con uno de sus criminales más notorios.