Es muy evidente por todos los sucesos en los últimos meses que la facción de La Chapiza ahora es reconocida por sapear a sus propios integrantes y líderes como a El Nini, El Piyi y hasta a el mismo Mayo Zambada, gracias a este fue que liberaron a los menores, cuando sicarios del CJNG los cachetearon y estuvieron a punto de ejecutarlos en el restaurante La Leche de Puerto Vallarta.
Hoy en día Los Menores o Chaposapos como también han comenzado a llamarle a los hijos de El Chapo en redes sociales, han hecho una alianza con el CJNG, otro de los grupos reconocido por haberse fundado tras una serie de traiciones de El Mencho y otros fundadores a sus antiguos empleadores, es decir, tanto Los Chapitos como los Jaliscienses tienen en sus genes la traición, quizá incluso en un futuro terminen traicionándose y entregándose entre ellos.
También se habla de que decenas de los ejecutados que presentan como miembros de La Mayiza no han tenido nada que ver y son solo sujetos levantados al azar, no podemos hablar de todos, pero nuestras fuentes más confiables si nos han dado pruebas de que varios de los ejecutados efectivamente no tenían nada que ver en esta Narcoguerra.
Mientras tanto el secuestro y entrega de El Mayo Zambada comenzo con una carta con la anuencia del gobierno de los Estados Unidos, como siempre lo hemos dicho, el gobierno estadounidense utiliza el Narcotráfico en México como una captación de miles de millones de dólares, posteriormente se hacen las victimas hablando de los millones de adictos que hay en su país, cuando un líder delincuencial no les sirve más, lo detienen, lo extraditan y le exprimen todos sus bienes, negocio redondo para los gringos vendiendo hasta las armas que se utilizan en México para los miles de asesinatos.
El siguiente es un artículo publicado en Noviembre por Proceso.
Hace cerca de un año –la fuente no logra poner fecha exacta–, al narcotraficante Joaquín el Chapo Guzmán se le permitió enviar una carta a México por medio de sus abogados.
La misiva iba dirigida al mayor de los hijos que engendró con Griselda López: Joaquín Guzmán López.
En ella, según relatan a Proceso dos fuentes del gobierno federal estadunidense y dos más dentro de la propia familia Zambada, el Chapo enviaba una extraña instrucción: “Tú ya sabes quiénes son los objetivos. Ya sabes qué hay que hacer”.
Lo que ordenaba en aquella carta era precisamente el secuestro de su compadre Ismael el Mayo Zambada para entregarlo a las autoridades estadunidenses y así poder negociar una serie de beneficios tanto para Joaquín como para Ovidio Guzmán López, otro de sus hijos.
De estos dos hijos del Chapo, Joaquín Guzmán López es quien menos cargos enfrenta en Estados Unidos y quien podría salir de la cárcel en menos tiempo. Esto lo sabía el Chapo y lo que buscaba era justamente aprovechar esa circunstancia, indican las fuentes consultadas.
La estrategia del Chapo, según las fuentes, era la siguiente: si Joaquín se entregaba a cambio de liberar a Ovidio, los dos podrían salir pronto de prisión.
Pero para eso Joaquín necesitaba entregar a alguien importante, a alguien que para Estados Unidos fuera lo suficientemente valioso.
¿Y quién mejor que Ismael el Mayo Zambada?
Por medio de una carta, el Chapo le ordenó a su hijo Joaquín lo que serían sus siguientes pasos: contactar a las agencias de Estados Unidos, planear su entrega, traicionar al Mayo y liberar a Ovidio.
La trampa en la que cayó el escurridizo narcotraficante Mayo Zambada la planeó el Chapo y la operó la Oficina de Investigaciones de Seguridad Nacional de Estados Unidos (HSI, por sus siglas en inglés).
Así lo relatan dos fuentes de una agencia federal estadunidense una tarde de septiembre en un hotel de Arizona.Explica el agente, quien pidió no revelar ni su nombre ni su cargo dentro de la agencia:
“La idea fue de Joaquín (Guzmán López), fue quien se contactó con nosotros para entregarse, pero él ya tenía el plan de traerse a alguien más que no fuera de su familia.
De acuerdo con lo expuesto por las fuentes (más tarde corroborado por una fuente más dentro de la facción de Los Chapitos), Joaquín habría ofrecido entregarse voluntariamente, pero requería de garantías de seguridad y de que su hermano Ovidio obtuviera beneficios en su sentencia.
“Él sabía que no iban a librar la cárcel, pero pidió que les diéramos beneficios. Pidió beneficios para los dos, para él y para Ovidio”, dice la fuente.
Las fuentes dentro de la agencia federal que hablaron con Proceso reconocen desconocer si esos beneficios realmente se le otorgaron a ambos, pero aseguran que lo que la HSI prometió lo cumplió “a cabalidad”.
“Lo que prometió la HSI fue que el operativo para que se entregara Joaquín y se trajera al Mayo iba a salir limpio. La HSI operó al piloto y la aeronave y los permisos para entrar a Estados Unidos y aterrizar”, explica la fuente.
“Estos aviones los llamamos covert, es decir, encubiertos. Son aviones que por más que le busques no va a salir su registro original, son de la HSI y están registrados y licenciados a través de empresas encubiertas”, detalla Óscar Hagelsieb, quien hasta el pasado 2023 lideró la oficina de la HSI en Ciudad Juárez.
Hagelsieb expone que la agencia no promete beneficios, pero que esos beneficios que pudo haber negociado Joaquín Guzmán López se hicieron entre la agencia, sus abogados y la aprobación de la Fiscalía General de Estados Unidos…