Blog del Narco

El dia de su detención El Piyi ofreció 500 mil pesos a Militares y amenazó con que envirarían a Sicarios a rescatarlo, pero nadie llegó a ayudarlo

El capo detenido el 19 de septiembre en Culiacán, amenazó a los militares que lo detuvieron, que tendría un rescate como el de Ovidio, pero esto no ocurrió

El Piyi ofreció medio millón de pesos a los militares que lo detuvieron para que lo dejaran libre y amenazó con que le mandarían a la “plebada de los ranchos” a rescatarlo, pero nunca llegaron.

Documentos judiciales detallan la detención de Mario Alexander Gámez CuevasEl Piyi”, operador de Iván Archivaldo Guzmán Salazar; y sus colaboradores Carlos Vladimir “N”, José Ismael “N”, Kevin Noé “N”, Cristian Giovanni “N”, Mario Alexander “N” y Cristian Rafael “N”.

La captura ocurrió el 19 de septiembre en una casa ubicada en el sector Santa Fe, en Culiacán, cuando empezaba el pleito entre Chapos y Mayos.

Los detenidos fueron vinculados a proceso penal por los delitos de portación de armas de fuego, posesión de cartuchos en cantidades mayores, posesión de cargadores, acopio de armas, cohecho, operaciones con recursos de procedencia ilícita y contra la salud.

Los documentos señalan que el Piyi se identificó como “jefe de plaza” y tras ofrecer a los militares 500 mil pesos que llevaba en una mochila, por radio pidió que le mandaran a la “plebada de los ranchos”.

De acuerdo con la narración que hizo el ministerio público ante el juez, la captura presuntamente fue circunstancial por un convoy de 21 elementos del Ejército que circulaban a bordo de tres patrullas.

Según el fiscal, alrededor de las 10:05 horas los soldados circulaban por una calle sin nombre, cuando se percataron que, a una distancia aproximada de 15 metros, se encontraban dos sujetos portando armas largas y vestían chalecos tácticos balísticos.

Los dos hombres apuntaron a los militantes gritando “no queremos problemas con el gobierno, ábranse a la verga plebada”; y los soldados les indicaron que bajaran las armas, pero ellos respondieron “van a valer verga, mejor regresen por donde entraron”.

Los militares bajaron de los vehículos y los dos hombres corrieron hacia el interior de un inmueble y fueron perseguidos.

Al ingresar al domicilio los soldados observaron un área de patio de entre 20 por 25 metros en donde estaban estacionados una camioneta suv y un vehículo sedan y además, había otros cinco hombres armados.

Los hombres apuntaron con sus armas largas a los agentes y el Piyi les dijo “yo soy el jefe de plaza, vamos a arreglarnos, traigo en mi mochila medio millón de pesos, llévenselo y déjenos las armas porque estamos en guerra, van a mandar a la plebada de los ranchos, mejor llévense el medio millón que traigo”, y por el radio que traía dijo “mándenme a la plebada de los ranchos, me reventaron los guachos”.

El Piyi, según la versión de los militares, pidió a sus hombres que bajaran las armas y abrió una mochila y mostró fajos de billetes de 500 pesos, pero los soldados sometieron a los siete hombres y los detuvieron.

En la mochila encontraron 553 mil pesos en billetes de 500 pesos; 7 mil pesos en un sobre amarillo con la leyenda “gastos trampas”; otro sobre con 7 mil pesos y la frase “gastos piyi”; y otro más con 6 mil pesos que decía “gastos patrulla”, dando un total de 573 mil pesos.

A los detenidos les aseguraron 14 armas, cargadores, cartuchos; y en la batea de una camioneta GMC Canyon un fusil Barret calibre 50 y 29 cartuchos del mismo calibre, un fusil AK 47, una pistola 9 milímetros, una pistola calibre .45 y una maleta con 2 mil 17 cartuchos.

En el lugar además había una mochila con 2 mil 496 dosis de metanfetamina que dieron un peso de 510 gramos; y 2 mil 992 tabletas de fentanilo, con un peso de 348 gramos.

Tras ser detenidos en Culiacán, los siete fueron llevados al aeropuerto y trasladados al Centro Federal de Readaptación Social número1 “Altiplano”, en Almoloya de Juárez, en el Estado de México.

Los abogados defensores aseguraron que afuera de la vivienda no había hombres armados, por lo que la irrupción de los militares al domicilio fue injustificada, por lo tanto, la detención era ilegal.

Los defensores presentaron un video de un inmueble cercano para acreditar que el ingreso a la casa fue injustificado, pero el juez determinó que frente a la cámara que grabó el video había una trabe que impedía la visualización completa de la vivienda y solo se puede observar que los militares llegan, se bajan de los vehículos, y se acercan al lugar, pero no se aprecia si se meten al domicilio o hay alguna detención.

“No hay material, no hay una información clara y objetiva, lo que yo esperaba ver era una imagen que estuviese cercana o contigua a esta casa y que me permitiera vislumbrar que los policías no encontraron a ninguna persona y que nada más llegaron y se introdujeron, pero esto no es así”, indicó.

El juez determinó que “los datos de prueba de la fiscalía, apreciados de manera conjunta, integral y armónica, valorados de manera libre y lógica, se advierten idóneos y pertinentes, para la acreditación de los hechos que la ley señala como delitos y la probabilidad de que los imputados lo cometieron”.

La FGR ubica al Piyi como miembro de la célula que dirigía Néstor Isidro Pérez Salas, el Nini, detenido en 2023 y que opera para los hijos de Joaquín el Chapo Guzmán.

Los siete detenidos quedaron en prisión preventiva en el Altiplano.

Con información de Rio Doce

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