En un lapso de ocho días, un niño de 8 años y un adolescente de 13, fueron asesinados por sujetos armados de una célula del Cártel de Sinaloa, encabezada por Cabo 27. En el mismo periodo intentaron matar a otro menor de 14 años, quien sobrevivió al ataque.
Las calles que circundan las canchas deportivas de la colonia Camino Verde en Tijuana, están convertidas en espacios de reclutamiento del Cartel Arellano Felix, Cartel Jalisco Nueva Generación y el Cártel de Sinaloa, puntos de venta de droga y áreas de reunión de narcomenudistas. Son territorios en pugna y escenarios de homicidios.
La noche del 17 de octubre, aproximadamente a las 22:16 horas, sujetos a bordo de un auto sedán oscuro llegaron a la intersección que forman las calles Torres Hipódromo y Serdán en las inmediaciones de uno de los campos deportivos de Camino Verde; y dispararon contra el vehículo donde estaba Christian Oswaldo N, niño de 8 años que perdió la vida horas después de recibir un tiro en la cabeza. En el mismo atentado, lesionaron a los dos adultos que lo acompañaban.
De acuerdo a datos recabados por autoridades, el mismo grupo de jóvenes matones habría realizado dos balaceras nueve días antes. El 8 de octubre por la mañana, trataron de privar de la vida a un menor de 14 años que sobrevivió el atentado con lesiones; por la noche asesinaron a Giovanni N, adolescente michoacano de 13 años cuyo cadáver quedó tendido de lado en la banqueta, como si regresara de hacer deporte. Vestía pantalón corto, camiseta deportiva y tenis.
Según las investigaciones, los balearon porque eran “compas del Gael o El Birrias, un chamaco entre 16 y 17 años, hijo de un señor que vende birria en la colonia, que presume y pretende controlar criminalmente la zona”, indicó un integrante de la Mesa de Coordinación por la Paz y Seguridad.
En cuanto al móvil específico de la balacera que terminó con la vida de Christian, aún no se ha definido por parte de autoridades, pero han encontrado evidencias que vinculan los tres operativos homicidas mencionados, con jóvenes al servicio del Cártel de Sinaloa, que en el pasado ejerció control criminal en ese territorio y ahora busca recuperarlo.
El lugar donde murió en un ataque armado el niño de 8 años |
“Son adolescentes matando adolescentes, niños matando a niños que conocen”, explicó un investigador. Las corporaciones no han confirmado que los menores privados de la vida estuvieran directamente relacionados con la venta de droga, lo que sí, aseguró, tenían algún tipo de relación amistosa o filial con personas dedicadas a esa actividad delictiva.
El criminal mencionado como Cabo 27, el cual de acuerdo a un agente estatal “aún no está identificado (y por un tiempo fue confundido con Jesús Rafael Yocupicio Yocupicio), es también operador de Sinaloa, pero (en el pasado) se ha volteado y delinquido para el CAF y Jalisco en Baja California”.
En la mafia sinaloense lo identifican desde finales de 2019 y como principal opositor de los operadores de David Jiménez Cabo 20 -detenido el 22 de agosto de 2022-, Rodolfo López Arellano el Solecito y Leonardo Robles el 45, desde que estos también se cambiaron de grupo delictivo a partir de finales de 2018, cuando salieron del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) para incorporarse paulatinamente a la alianza Arellano-Chapitos.
Entre 2021 y 2023, las autoridades han encontrado varios mensajes con amenazas de muerte escritos en cartulinas o telas, firmados por Cabo 27: sobre cadáveres, en partes de cuerpos humanos abandonados o en manos de jóvenes criminales, asegurados antes de abandonar algún muerto o sorprendidos huyendo o llegando a una escena de una víctima de homicidio.
En general amenazan con matar a los delincuentes que hagan lo mismo que él, cambiarse de mafia criminal: “… así van a quedar los chapulines que anden agarrado jales”, “este terreno tiene dueño”, advertencias mortales que se repiten, mientras llaman a sus oponentes “corrientes e incompetentes” y los acusan de los mismos delitos que ellos cometen: “Dejen de matar inocentes” y usar a sus vendedores de droga como “gente desechable”.
La actividad de Cabo 27 ha sido detectada por autoridades desde la Zona Este en el fraccionamiento Mariano Matamoros, hacia la violenta delegación Sánchez Taboada, donde se asentó criminalmente el CJNG a su entrada en 2015.
En la colonia Camino Verde, Delegación Sánchez Taboada, está célula del Cártel de Sinaloa tiene reclutados a por lo menos por veinte operadores, todos jóvenes, entre 16 y 20 años la mayoría y hasta el momento sólo identificados por apodos.
Un policía explicó que el apodado Cabo 27 tiene a dos como sus mensajeros, El Apá y El Amá; les sigue uno de apodo El Pájaro, quien supervisa el cumplimiento de las órdenes criminales transmitidas; y un grupo de más de 15 jóvenes, entre quienes han identificado, también por apodo: El Sorullo, El Teté, El Papalote y El André.
Esta célula de muchachos estaría enfrentada por el control del territorio, contra criminales al servicio de James Brayan Corona el Apache, Diego Abel Miranda el Cateo y Héctor Gil García el Kado, y otros que responden al ya detenido Cabo 20 y a Cabo 45.
La segunda semana de octubre, uno de los jóvenes de la célula criminal de Cabo 27 fue detenido y colaboró con las autoridades: aseguró que no le había quitado la vida a nadie, pero señaló a sus cómplices,
Mezclando palabras altisonantes, dijo:
* “El Papalote mató a la elotera por andar vendiendo”, lo cual los investigadores cotejaron con lo ocurrido el 27 de septiembre aproximadamente a las seis de la tarde, cuando una mujer en sus 60 años, vendedora de elotes en un puesto en la calle Urano de la colonia Sánchez Taboada, fue atacada a balazos frente a algunos clientes, vecinos y transeúntes. Sin embargo, los investigadores no encontraron droga ni evidencia alguna de que la fémina realizara actividad ilegal.
2. “El Sorullo y El Teté fueron a las canchas para pegarle al Gael, El Birrias, pero no lo encontraron y les pegaron a sus compas”, confesó en referencia a los dos ataques armados cometidos contra adolescentes el 8 de octubre, cuando por la mañana, un joven de 14 años fue agredido a balazos en las canchas de Avenida Baja California, a la altura de Calle Sierra Nacozari de Camino Verde. El niño sobrevivió, pero la familia se negó a cooperar con la investigación.
A las 21:45 horas, Giovanni, michoacano de 13 años, fue asesinado a balazos; 15 casquillos se localizaron en la escena. Testigos de la agresión reportaron que los asesinos llegaron y huyeron a bordo de un sedán gris. “El arma y el auto usado para atacar a estos dos adolescentes fueron los mismos”, informó una autoridad de la Mesa de Seguridad.
Al momento de su homicidio, Giovanni estaba parado en la banqueta, sus atacantes llegaron a toda velocidad, frenaron y le dispararon de forma directa desde el carro.
El 11 de octubre, dos varones, uno de 17 y otro de 22 años, fueron detenidos en el Bulevar Palma Real de la colonia del mismo nombre; circulaban en una motocicleta con reporte de robo. Alexis Jair Sánchez Lara el Cachora, de 22 años, iba conduciendo. Entre su ropa le encontraron una bolsa con marihuana y varios envoltorios de cristal. Cuenta con orden de aprehensión por homicidio con ventaja cometido el 29 de septiembre de 2023 en contra de una mujer, presuntamente en compañía de Francisco Javier Mendoza Hernández el Palos.
También es investigado por el homicidio de Ezequiel Pérez Cruz, elemento de la Guardia Nacional, perpetrado la madrugada del 4 de septiembre durante un recorrido no reportado en la colonia Ampliación Sánchez Taboada. De la unidad de la Guardia bajaron varios elementos en las inmediaciones de un cerro, y desde un punto de venta de droga, fueron agredidos a balazos, matando al joven Pérez Cruz, originario de Veracruz.
El otro detenido fue un menor de edad.
Previo a estas dos aprehensiones, sucedieron las detenciones, el 18 de septiembre y después del asesinato de Mario Coria en la colonia López Lucio, de Brandon Flores -18 años- y Casandra Sillas, de 29 años, ya vinculados a proceso.
Fuente: Zeta Tijuana