A 13 años de su detención, Enrique L.A., alias “El Cumbias”, finalmente fue llevado a juicio por el delito de homicidio calificado, dentro de la causa 48/2022, tras haber sido acusado de ordenar la incursión de un comando armado que asesinó a ocho personas y lesionó a cuatro en las comunidades de Creel y San Juanito, del municipio de Bocoyna, Chihuahua el 15 de marzo de 2010.
“El Cumbias”, fue capturado en diciembre de 2010 por elementos de la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA) en Delicias, tras ser identificado como autor intelectual de dicha masacre. El Ejército también lo señaló como integrante de la célula delictiva “Gente Nueva”, perteneciente al Cártel de Sinaloa, que opera en los municipios de Delicias, Rosales, Meoqui, Conchos, Saucillo, Camargo, Jiménez y Parral.
Su identificación derivó, en parte, de un video tomado el día del ataque armado y que luego fue difundido a través de diversos medios de comunicación.
El juicio oral inició desde el pasado 10 de julio ante un tribunal de enjuiciamiento del Distrito Judicial Benito Juárez y, hasta ayer, continuaba el desahogo de las pruebas ofrecidas por la defensa del acusado, entre las que se encontraban los testimonios de un familiar de una de las víctimas y de un experto en informática. Tras escuchar a ambos, la audiencia fue suspendida hasta el próximo lunes, cuando las partes presentarán sus alegatos de clausura previo a la emisión del fallo.
Los hechos
Cerca de las 05:00 horas del lunes 15 de marzo de 2010, un convoy de 16 camionetas tripuladas por decenas de hombres armados incursionó en las comunidades de San Juanito y Creel, separadas entre sí por una distancia de 15 kilómetros.
El comando ingresó primero al poblado de San Juanito en busca de sujetos que viajaban en al menos dos vehículos. Ahí desató una balacera en el cruce de las calles Tercera y Ojinaga, en la que fue abatido un hombre identificado como José Luis Beltrán González, de 49 años. Su cuerpo quedó a unos metros de su vehículo Dodge Stratus, cuya carrocería y vidrios presentaban por lo menos 40 impactos de armas de fuego calibres 7.62x39 mm, .223 y 9 mm. Cerca de este lugar fueron encontradas otras dos personas lesionadas, un hombre y una mujer, ambos de 34 años.
En la misma calle Tercera, cerca de la salida a Creel, hubo otro intercambio de disparos en el que perdieron la vida Paul Ramiro Solís Rascón, de 26 años y Luis Manuel Solís Castillo, de 27, ambos con domicilio en San Juanito. En dicho enfrentamiento resultó herida una mujer de 33 años.
Los sicarios avanzaron a la comunidad de Creel, donde privaron de la libertad a cuatro hombres, cuyos cuerpos fueron encontrados más tarde en el kilómetro dos del tramo que conduce a Arareco. Las víctimas fueron identificadas como: Ventura Rodríguez Gil, de 29 años; Guillermo Alfredo Gil Torres, de 20 años; Jesús Fidel Manjarrez Alonso, de 36 años y Alfredo Jiménez Ruiz, alias “El Fello”, de 22 años.
En el mismo pueblo, el convoy disparó contra un domicilio ubicado en la calle López Mateos, al que luego entraron a la fuerza lesionando a dos mujeres: una menor de 14 años y una de 18 años de nombre Margarita Cabado Torres, quien falleció horas más tarde.
Durante este ataque armado también fueron localizados 40 elementos balísticos calibres 7.62x39 mm, .45, .50 y 9 mm en el entronque de San Juanito a Maguarichi y Bocoyna; además, sobre una brecha cercana a la comunidad de Aguare, a ocho kilómetros de la carretera Creel-Guachochi, fue hallado un vehículo Chevrolet totalmente calcinado.
La detención
El 13 de diciembre de 2010, la 42a. Zona Militar informó sobre la detención de Enrique L. A., en la ciudad de Delicias, tras una refriega en la que perdió la vida su hermano, Ever Horacio López Acosta, alias “El Ever”.
De acuerdo con el comunicado oficial emitido por la SEDENA, “El Cumbias” se encontraba en un salón del exclusivo fraccionamiento Residencial Campestre, donde celebraban la fiesta de 15 años de una de sus hijas.
Tras percatarse de la presencia de los militares, ambos narcotraficantes dispararon en contra del personal castrense, el cual respondió a la agresión con sus armas de cargo, abatiendo a “El Ever”, mientras que “El Cumbias” fue detenido por contar con diferentes órdenes de aprehensión a raíz del multihomicidio en Creel y San Juanito.
Fue puesto a disposición del Ministerio Público de la Federación e ingresado al Centro Federal de Reinserción Social (Cefereso) No. 11, con sede en Sonora, del cual fue trasladado hacia el Centro Estatal de Reinserción Social (Cereso) No. 1 de Aquiles Serdán, en marzo de 2018, para ser procesado por estos hechos.
El 20 de mayo de 2018, “El Cumbias” fue puesto a disposición de un juez del fuero común por el delito de homicidio calificado, robo agravado y lesiones dentro de la causa penal 181/2010 y el 26 de mayo de ese mismo año quedó vinculado a proceso penal, el cual quedó suspendido debido a la obtención del amparo 820/2019.
Sin embargo, el proceso fue retomado y tras celebrar la audiencia intermedia, el juez de Control dictó auto de apertura a juicio oral, el cual inició el pasado 10 de julio. El imputado permanece recluido en el Cereso de Aquiles Serdán, desde donde es enlazado a la sala de audiencias en Cuauhtémoc, cabecera del Distrito Judicial Benito Juárez que también abarca el municipio de Bocoyna.
El juicio
La audiencia de juicio oral en contra de Enrique L. A., ha sido manejada de manera discreta tanto por la Fiscalía como por el Poder Judicial. En la audiencia de ayer, la defensa desahogó dos de sus últimas pruebas, consistentes en la declaración de testigos.
El primero de ellos fue un familiar de una de las víctimas, quien declaró que “El Cumbias” no se parecía al hombre captado en los videos que el Ministerio Público utilizó para identificar al responsable de la masacre; además, señaló que en la comunidad hay rumores de que el verdadero responsable continúa operando en la región.
Para combatir estos señalamientos, el Ministerio Público y el asesor jurídico de las víctimas argumentaron que, tras más de una década, era de esperar que el acusado tenga cambios físicos; asimismo plantearon que el testigo no conoció personalmente al acusado.
El segundo testimonio fue a cargo de un licenciado en informática, experto en desarrollo de software, quien, en lo medular, manifestó que el programa Animatrix, utilizado en el peritaje para identificar al acusado como el líder del comando que atacó Creel, no era el adecuado y no permite tener certeza sobre el reconocimiento.
El declarante subrayó que hay mejores herramientas informáticas para el reconocimiento facial que las utilizadas por las autoridades, además de que las imágenes que se usaron se extrajeron de un video tomado de larga distancia y no son claras.
El testimonio del experto fue desestimado por el Ministerio Público con diversos argumentos, entre ellos el hecho de que él planteó un análisis de programas de reconocimiento facial, pero el peritaje fue de fisonomía forense, materia en la que aseguraron, no tiene experiencia el testigo.
Asimismo, en la audiencia, la defensa buscó que se presentara una memoria USB, para mostrar los análisis de reconocimiento facial que el experto hizo con otro software, con lo que quería demostrar que no había coincidencias suficientes entre las imágenes extraídas del video y fotos actuales del acusado. Esto no fue permitido por el tribunal al no ser parte de las pruebas admitidas en la audiencia intermedia.
También, al finalizar este testimonio, “El Cumbias” pidió interrogar al experto; sin embargo, la defensa pidió un receso para asesorarlo y al regresar del mismo se desistió de hacer preguntas.
Concluido el examen de testigos, el tribunal determinó declarar un nuevo receso para retomar el juicio el próximo lunes 7 de agosto, en donde habrán de desahogarse alegatos de clausura de este juicio que está por concluir tras un mes.